La Japa Mala es un instrumento utilizado en la sagrada tradición budista para llevar el conteo de mantras o “palabras de poder”. El Japa Mala tiene 108 cuentas redondas, que al juntarse forman un círculo.

La procedencia del Japa Mala se ubica la antigua India y las primeras referencias a este collar de meditación se localizan hace unos 6000 años; su etimología se deriva del sánscrito Japa, que significa murmurar oraciones y mala, que se traduce como guirnalda.

Los mantras son una práctica común en el budismo, que inducen a crear estados de conciencia propicios para la meditación y para dicha práctica el Japa Mala es utilizado.

El objetivo de meditar con un Japa Mala es enfocar la mente en un objeto, con la intención de evitar las dispersiones provocadas por el medio ambiente que nos rodea.

Lograr evadir las distracciones y alcanzar una concentración serena e imperturbable, es de gran significación, ya que sólo así se consiguen los beneficios que ofrece esta práctica; por lo que es imprescindible desarrollar esa disciplina.

En el Budismo Sagrado la meditación atenta; se convierte en el camino que han seguido los budas (iluminados) de todos los tiempos.

El Japa Mala es una herramienta útil y milenaria para lograr el desarrollo de esta habilidad y conseguir que nuestro ser interior se sintonice con las nobles cualidades innatas de nuestro verdadera identidad.

La Semilla del Árbol de Rudraksha ocupa un lugar muy especial en el hinduismo y se le atribuyen propiedades místicas y divinas.

Las joyas hechas de cuentas de Rudraksha se consideran auspiciosas y poderosas, y se supone que tienen profundos beneficios astrológicos y para la salud.

Se cree que quien usa Rudraksha no es tocado por los pecados y está protegido de todas las acciones o pensamientos impíos.

Es una herramienta de meditación importante para mejorar la práctica espiritual, ya que recuerda repetir el mantra reforzando así la sintonía mente-cuerpo.