Un momento de increíbles oportunidades y nuevos comienzos se acerca. Una nueva época de renovarnos como los seres duales que somos (con nuestra parte de luz y nuestra parte de oscuridad) y dar paso a lo nuevo, otorgada por la naturaleza misma. Por supuesto hablamos del equinoccio de otoño, a suceder el próximo 23 de Septiembre.
Un equinoccio es especial porque nos otorga el regalo del equilibrio perfecto. En la naturaleza, durante un equinoccio el día y la noche tienen exactamente la misma duración. De ahí su nombre, derivado del latín “aequinoctium” cuyo significado literal es “noche igual”.
Este día de perfecto equilibrio anuncia la llegada del otoño, una época de preparación para un nuevo ciclo de comienzos y nacimientos (representado por la temporada primavera-verano). La misma naturaleza nos anuncia la llegada de esta época; las hojas de los árboles caen y las aves migran. Es un momento de cambios visibles, sin duda, pero también es de cambios espirituales, internos, divinos.
Es solo durante el equinoccio que la dualidad del universo se ve cancelada, siendo uno solo y llegando a un equilibrio total, noche y día, sol y luna, masculino y femenino. Se alcanza un equilibrio perfecto, pero también una unión perfecta en toda la creación. De conceptos físicos a divinos.
¿Cómo podemos prepararnos para el equinoccio de otoño? Siendo la introducción a una nueva época, lo primero es agradecer todo lo que hemos vivido. Las duras lecciones y las dulces victorias. Pero también es aceptar que todo ello ha quedado atrás y que está en nuestras manos soltar lo viejo para darle la bienvenida a todas aquellas experiencias y aprendizajes que vienen en este nuevo ciclo. Pues es precisamente lo que es este equinoccio; la puerta a nuevos comienzos que exige prepararnos con brazos y mente abierta a lo que viene.
Otra forma de prepararnos es tomar conciencia del significado que tiene esta unión que mencionamos antes, esta pérdida de dualidad para formar parte de un solo absoluto. Debemos estar convencidos de que este equilibrio perfecto y divino también yace latente en todos nosotros. Es momento de conciliar nuestra luz con nuestra oscuridad. Ambas energías, aunque opuestas, son complementarias. Y al aceptar que ambas forman parte de todos nosotros tomaremos una consciencia superior. Es nuestra responsabilidad aceptar que podemos ser capaces de alcanzar este equilibrio y seguir formando parte así del todo divino y supremo.
Acciones sencillas como la meditación y la preparación de nuestros espacios para recibir este nuevo ciclo son también significativas y otorgan valor al recibimiento del equinoccio. Pero es importante comprender que esto es solo un nuevo comienzo, que nuestra tarea de aprendizaje de experimentación positiva continuará y deberá pasar a formar parte permanente de nosotros. Solo así alcanzaremos la divinidad a la que estamos destinados.
En Arte Sagrado estamos preparando algo muy especial para formar parte de tu experiencia durante este equinoccio otoñal y el nuevo comienzo que este simboliza. Por lo que te invitamos a permanecer pendiente de este espacio, así como de nuestras redes sociales. Garantizamos que será algo que llenará de energía tus sagrados espacios y te ayudará a recibir esta nueva temporada de la mejor manera posible.
Gracias, gracias, gracias por leernos. ¡Eres tú lo más divino!
